
Al comenzar un noviazgo, todo es de color de rosas. La atracción que se siente por la otra persona es tal que pareciera que nunca tuviera final. Según señala la antropóloga Helen Fisher, estaríamos en la primera fase del amor: lujuria.
Es una fase que dura apenas unos meses, durante los cuales nuestra dopamina y noradrenalina se elevan. En ese periodo parece que cualquiera pudiera tener una relación sana sin apenas esfuerzo. No hay problemas, no hay discusiones: todo es amor desenfrenado. Tiene una explicación científica.
Además de los cambios que hemos señalado, desciende la actividad en el lóbulo frontal del cerebro, relacionado con el razonamiento lógico. No reflexionamos, solo amamos con locura.
Pero a esta fase le siguen dos más: la atracción y, por último, la unión. En ocasiones se puede hablar de una cuarta fase llamada desunión. La clave para no llegar a esta última es cuidar ese vínculo que se está creando. Ir más allá de la pasión loca que se siente en los primeros meses y buscar tener relaciones de pareja sanas.
¿Cómo tener una relación sana?

Al hablar de una relación sana, estamos hablando de una pareja que ha cimentado su amor en ciertos valores básicos: el respeto, la comunicación, la empatía y el cariño.
Como explica Brenda Velázquez, maestra en Desarrollo Humano, «los adultos jóvenes poco se detienen a reflexionar acerca de las formas de llevar una relación de noviazgo sana». Esta falta de reflexión, o de interés, es lo que puede abocar a un noviazgo al fracaso.
Porque una de las bases fundamentales para que todo amorío sea saludable es que se busque mejorar en todos los ámbitos. Pero, ¿cómo tener una relación sana de pareja? Con las 7 claves que vamos a explicar a continuación, será mucho más sencillo llegar a buen término en este sentido.
1. No idealizar
En la primera fase del enamoramiento, H. Fisher señala que tendemos a idealizar a la pareja con la que estamos. Al ver solo lo positivo, podemos caer en el error de no comprender que, como ser humano que es, tendrá defectos. Y momentos, o días, malos. Querer a una persona implica aceptar que no es perfecta, pero valorarla del mismo modo.
2. Cuidar a la otra persona
En toda relación sana es fundamental la responsabilidad afectiva. La psicoanalista Patricia Factorovic explica que esto implica ponerse en el lugar del otro, preguntarse a uno mismo qué es lo que la otra persona espera de la relación. Mediante la empatía y el cuidado, se crean vínculos mucho más igualitarios y felices.
3. Compartir tiempo de calidad
Disfrutar de actividades en pareja puede ser un punto de conexión. Esto implica comunicación, llegar a acuerdos, descubrir cuáles son las aficiones del otro, encontrar aquello que se tiene en común. Implica esfuerzo e idear planes diferentes de vez en cuando para romper con la monotonía que se puede llegar a imponer en algunos casos.
4. Aprender del otro: disfruta de las diferencias
En la línea del consejo anterior, es interesante aprender de la otra persona. Puede que tengáis profesiones muy dispares, o que os gusten cosas muy diferentes. Pero esto puede verse como una oportunidad y no como una desventaja. Se trata de la ocasión ideal para descubrir pasatiempos e intereses que nada tengan que ver con los que sueles tener.
5. Buscar espacios individuales de realización
Si bien hemos señalado que es importante compartir tiempo de calidad, también lo es disponer de la confianza suficiente como para tener un espacio individual. Se debe tener vida más allá de la pareja para no generar dependencia emocional.
Según un estudio realizado por el Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud, más del 50 % de los chicos entrevistados controlaban lo que hacían sus parejas. El control, la falta de libertad, asfixia la relación. Es síntoma clave de una falta de confianza.
6. La importancia de la comunicación para tener una relación sana
Comunicarse es fundamental en todos los aspectos. Mediante una buena relación comunicativa, se pueden evitar celos, inseguridades y malentendidos. Además, se potencia el conocimiento del otro, se aprende mucho más de la persona con la que se está, y se descubren mil detalles que harán que el noviazgo sea mucho más placentero.
7. Amar desde el respeto y la admiración
En esta clave podríamos resumir todas las demás: amar a la otra persona desde el respeto más profundo. Admirando cómo es, aceptando sus defectos y valorando todas sus virtudes.
Desmonta los mitos del amor romántico y sé feliz

Proyecto Detecta realizó un análisis sobre los mitos del amor romántico y cómo estos perjudican a las relaciones sanas de pareja. Los resultados obtenidos fueron preocupantes.
Se llegó a la conclusión de que «el respeto, la igualdad, la libertad, el apoyo y la ayuda mutua no son las principales prioridades en una relación de pareja». Pese a que son algunas de las claves para huir de los enamoramientos tóxicos.
Mediante el respeto, la comprensión y la comunicación, se pueden crear vínculos saludables, bonitos y duraderos. También se debe comprender que no todos los amores son para toda la vida, y eso no les resta validez.
Desmontar los bulos sobre el amor acaba llevando a forjar relaciones felices, en las que ambas personas se sienten valoradas. Eliminar de nuestro imaginario el mito de la media naranja, el de que el amor todo lo puede, y el de que tu pareja debe ser perfecta para, de este modo, tener una relación sana.
Bibliografía
- Callejón-Chinchilla, M. D., & Gila-Ordóñez, J. M. (2018). «Necesidad de trabajar las relaciones de pareja saludable desde contextos socio-educativos». Sophia, 14(1), 31-38.
- Cid, L. R. G. (2019). El clavo ardiendo: claves de las adicciones amorosas y los conflictos en las relaciones de pareja sanas y patológicas. Ediciones Octaedro.
- Velázquez González, B. (2016). Relaciones sanas de noviazgo de jóvenes adultos (Doctoral dissertation, Universidad Veracruzana. Instituto de Psicología y Educación. Región Xalapa).
- Lara, L., & Providell, L. (2020). Relaciones sanas. Taller para la prevención de la violencia en las relaciones de pareja joven.