
Resulta bastante curioso que en Grecia todavía persista la costumbre de llevar un pañuelo en la axila, que luego se ofrece a la mujer en algunos bailes populares. Se dice que el duque de Anjou Enrique III se sintió terriblemente atraído por Marie de Cléves cuando olió una de sus camisas llena de sudor. Esto se debe al poder de las feromonas.
En la época victoriana, los hombres solían colocarse un pañuelo entre ambas piernas para tratar de seducir a las mujeres, mientras que ellas dejaban caer uno al suelo con el mismo objetivo. Pero, ¿es real ese gran poder de atracción que ejercen las feromonas?
En este texto vamos a ver qué son las feromonas, cómo se producen y si realmente son las responsables de que sientas esa gran atracción por determinadas personas cuando están cerca
Tabla de contenidos
¿Qué son las feromonas?
Este término fue utilizado por primera vez por el entomólogo suizo Martin Lüscher y el bioquímico alemán Peter Karlson en 1959. Se trata de sustancias químicas que pueden atraer al sexo contrario y que se segregan a través del sudor.
Karlson y Lüscher descubrieron que dentro de la nube de moléculas que llegan a producir los animales había unas más especiales. Estas eran parecidas a las hormonas de la sangre, pero el cuerpo las emitía hacia afuera e influían en el comportamiento de las personas de alrededor.
Tras este descubrimiento, las feromonas comenzaron a propagarse a través de la literatura científica. Es en 1971 cuando los humanos entraron a formar parte de este mundo, tras el descubrimiento de que los ciclos menstruales de las mujeres convergen cuando están cerca. Esta idea fue respaldada por Martha McClintock en un famoso estudio.
Cuando detectamos las feromonas a través del olfato, llega una señal a nuestro cerebro que hace aumentar la líbido y el deseo sexual. Es decir, es algo indiscutible que estas sustancias son secretadas con el fin de provocar determinados comportamientos en individuos del sexo opuesto
¿Cómo se producen las feromonas y cómo las detecta nuestro cuerpo?
Si te estás preguntando cómo producir feromonas, es necesario aclarar que no es algo que se pueda controlar. Son un tipo de sustancia mensajera volátil que se genera en las glándulas sudoríparas de la piel, en especial en las axilas y en las partes íntimas.
Nuestra nariz decide la persona que nos resulta atractiva sin que tengamos clara la razón. Durante mucho tiempo, los científicos no encontraron el porqué. Pero ahora se sabe la respuesta, gracias a una serie de investigaciones.
El órgano vomeronasal se encuentra directamente detrás de los orificios nasales y es alrededor de mil veces más sensible que nuestro sentido del olfato. Este órgano conduce las percepciones directamente al tronco encefálico. Por eso, las feromonas son el poder secreto de los olores excitantes ocultos.
Los científicos tienen bastante claro que las feromonas provocan un efecto duradero de atracción erótica, así que podemos llegar a la conclusión de que influyen en la vida sexual.
¿Cómo actúan las feromonas en las personas?
Las necesidades de los humanos y de los animales son bastante parecidas, aunque en ocasiones las personas resultamos ser bastante más complejas. Nuestros instintos son más sofisticados y sutiles y aunque el impulso de apareamiento sea igual de acuciante, los humanos somos más selectivos.
La mujer o el hombre elige, se siente atraído o no atraído, le gusta la otra persona o no, etc. Estos factores subjetivos influyen igualmente en el interés sexual hacia otra persona.
Tanto las feromonas del hombre como de la mujer son un mecanismo natural de atracción mutua. Desde tiempos inmemoriales, las mujeres y los hombres son muy conscientes de la importancia del olor en el atractivo físico.
El olor de estos estimuladores sexuales lo percibimos de manera subconsciente y reaccionamos por impulso. Sentimos excitación, atracción y una mayor libertad con respecto al sexo opuesto gracias a la abundante secreción de estas sustancias químicas.
Las reacciones a las feromonas garantizan la atracción sexual entre individuos de forma natural, por eso es lógico que al aplicar feromonas adicionales (como en determinados perfumes), esta se incremente.
También es bueno saber que algunas personas reaccionan a estas señales con mayor fuerza que otras. Todo va a depender del receptor de las señales olfativas y el emisor de la señal se dará cuenta por la frecuencia de las miradas, alguna sonrisa, una predisposición a la charla, etc.
¿Qué son los perfumes con feromonas?
Los perfumes con feromonas humanas son sintetizados en laboratorios y funcionan como un aditivo cosmético olfativo. Es decir, se utilizan para atraer a individuos con fines relacionados con la práctica sexual.
Para que la fragancia que desprenden las feromonas funcione, debe rociarse en determinadas partes del cuerpo. Es aconsejable que se haga en los puntos sanguíneos o calientes. Además, debe aplicarse después de la ducha, ya que el agua elimina su efecto.
Por ejemplo, en las extremidades, como el cuello y las muñecas, el efecto es más rápido, pues son las zonas que están más en contacto y se acercan más a las otras personas.
Como se trata de un compuesto químico generado de forma natural por las glándulas sudoríparas, son completamente seguras. Estas colonias son iguales a cualquier otra fragancia que se encuentre en el mercado. Tienen la pequeña diferencia de que se les agrega este componente instintivo primario para poder favorecer las relaciones.
Es muy importante escoger el perfume adecuado ya que, de lo contrario, podríamos alejar a la persona, en vez de acercarnos a ella. Existen, por lo tanto, fragancias con feromonas para atraer a mujeres y también feromonas para hombre.
En definitiva, las feromonas las genera nuestro propio cuerpo a través de las glándulas sudoríparas. Y es el órgano vomeronasal el encargado de captarlas y transmitir a nuestro cerebro si nos sentimos atraídos sexualmente por una persona o no.
Aunque la sexualidad humana es compleja y hay más factores que la determinan, las feromonas tienen un papel fundamental y primario en la atracción física y sexual.
Bibliografía:
- Domínguez-Rodrigo, M. (2011). El origen de la atracción sexual humana.
- Guevara Guzmán, R. (2004). ¿Cuál es el papel de las feromonas en la conducta sexual humana? Facultad de Medicina, UNAM.
- De Bejar, S. (2011). Tu sexo es tuyo: Todo lo que has de saber para disfrutar de tu sexualidad