
¿Te acuerdas del cliché acerca de lo misterioso e inexplicable que era el orgasmo femenino? ¿Crees que todavía sigue existiendo ese velo de desconocimiento?
Lo que se puede ver, sin duda, es mucha desinformación.
En parte es debido a que las mujeres tienen un tipo de placer algo más complejo. Y es que no solo tienen un orgasmo, pueden tener hasta cuatro tipos distintos. ¿A qué te está entrando la curiosidad?
Los cuatro tipos de orgasmo femenino
Según algunas estadísticas, las mujeres heterosexuales solo llegan al orgasmo en el 65 % de las relaciones. Esto, en gran medida, se puede deber al desconocimiento que hay en torno a la vagina, a su estimulación y a cómo hacer para alcanzar el clímax.
Presta atención a estos consejos.
1. Orgasmo clitoriano
Uno de los más comunes y probablemente el más conocido. No en vano se dice que el clítoris es el botón del placer en el caso de las mujeres. Se trata de una pequeña perla con más de 8000 terminaciones nerviosas. Y, por lo tanto, con posibilidades de estimulación muy notables e interesantes.
La estimulación aquí es bien conocida, en el sentido de que generalmente es lo que se asocia con el placer femenino o incluso con la masturbación. Después de estimular otras zonas erógenas del cuerpo, es cuando hay que pasar al clítoris.
Básicamente, la acción es sencilla y suave. Se puede rodear con los dedos, lengua y demás. Y, en ocasiones, presionar suavemente. No hay que tratarlo con dureza y, en el caso de que seas tú quien le esté dando placer a tu compañera, sigue sus indicaciones, porque como sucede siempre con los cuerpos, no todos funcionan igual.
Si eres tú misma la que te estás dando placer, también puedes utilizar algún aparato o juguete sexual. El succionador de clítoris, por ejemplo, es el que mejor puede estimular esa zona. Te será fácil llegar al orgasmo, seguro.
2. Orgasmo vaginal
Este es un orgasmo un poco más desconocido, más complicado. No muchas mujeres pueden llegar a él a través de la penetración, pero es un placer intenso. ¿El motivo? Se encuentra ahí, precisamente, el punto G.
Y es que este descansa en una pequeña zona rugosa en el primer tramo interior de la vagina. Cuando esta zona se estimula es cuando se consigue un mayor placer en esta zona. Pero no siempre es sencillo de provocar. ¿Cómo puedes hacerlo?
Vamos con algunos consejos prácticos: lo primero es levantar un poco la cadera. Por ejemplo: poniéndote un cojín debajo. Luego, introduces tú misma dos dedos, doblados un poco como un garfio, hasta localizar el punto G. Lo reconocerás por ser una zona un poco rugosa.
No tiene por qué proporcionarte un placer automático. De hecho, muchas mujeres pueden sentir fuertes ganas de orinar en cuanto se estimula esta zona. Si esto ocurre, no te preocupes. Poco a poco lo irás disfrutando, no tengas miedo.
Y, si ves que tus propias manos o las de tu acompañante no son lo que necesitas, siempre puedes probar a utilizar algún juguete sexual. Hay muchos modelos especiales para el punto G que alcanzan precisamente esa zona. Serán perfectos para ti.
3. Orgasmo uterino
Vamos ahora con uno mucho menos conocido. Tanto, que incluso a veces se considera un mito, pero las sexólogas te dirán que no lo es. Lo que pasa es que se da solo en circunstancias muy precisas y controladas.
Eso sí, el placer que te proporcionará será inmenso. Y en muchos sentidos puede ser el tipo de orgasmo más intenso que vayas a experimentar. Así pues, no lo pierdas de vista.
Vamos a ver cómo funciona y de qué manera puedes llegar a él. En algunos momentos, cuando la mujer está muy excitada, el útero puede elevarse un poco. Y en ese momento quedará accesible la parte posterior de la vagina.
Así, si tu pareja sexual y tú os pegáis mucho mientras hacéis el amor, es posible que puedas experimentarlo. Lo ideal es que te pongas tú encima de tu pareja, ya que te permite controlar mejor los movimientos y te será más fácil llegar.
Ahora bien, este orgasmo solo sucede cuando el nivel femenino de excitación es realmente elevado. Por lo tanto, se recomienda que los preliminares sean especialmente largos. Tal vez un juego sexual o alguna fantasía sean ideales para ir abriendo el apetito.
4. Orgasmo mixto
Este es el que representa el verdadero clímax femenino. Es el más intenso al que se puede aspirar. Sucede cuando se juntan el orgasmo vaginal y el clitoriano. Como te puedes imaginar, es algo muy concreto que exige saber bien lo que hacer.
En cualquier caso, se considera el mejor o el más electrizante de todos. Principalmente porque, al involucrar dos partes erógenas de la mujer, el número de terminaciones nerviosas que se activan es mucho mayor. Y, con ello, también el placer que se experimenta.
Tienes un sinfín de maneras de tratar de alcanzarlo. Tu pareja, por ejemplo, puede masturbar tu clítoris e introducir dos dedos en tu vagina a la vez. O hacerlo tú misma si lo prefieres.
En cambio, si quieres probarlo durante el mismo acto sexual, te puedes poner encima y estimular tú tu clítoris, o que lo haga tu pareja. Como prefieras.
También si quieres experimentar este tipo de orgasmo con algo de ayuda puedes hacerlo a través de juguetes sexuales. Generalmente, tienen forma de U o dos ganchos o salientes para estimular el interior de la vagina y tu clítoris al mismo tiempo.
Aquí la lubricación puede ser también muy importante. Hay geles íntimos para el placer que pueden ayudar a deslizar y también a estimular. No tienes más que buscar en el catálogo y encontrar tu favorito.
En definitiva, el orgasmo en la mujer no es un misterio. Sencillamente, se trata de algo más complejo por las diferentes partes que se ven involucradas en él.
Por eso, la experimentación y el conocimiento son tan importantes. Te ayudarán a llegar a él de todas estas formas.
En cualquier caso, como se dice popularmente, el orgasmo femenino empieza en la cabeza. Hay que tener un poco de paciencia y animarse a explorar. ¿Te apuntas?