14 mitos sobre la sexualidad masculina

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La sexualidad masculina, al igual que la femenina, está plagada de un sinfín de mitos, presiones y tabúes de los que no se suele hablar demasiado. Y esto, en ocasiones, somete una presión extra en muchos individuos. ¿Te pasa a ti también?

Lo cierto es que el cine y la cultura popular le dan a los hombres y a su sexualidad un aura de dureza, resistencia y virilidad que no siempre puede (ni debe) corresponderse con la realidad. Todo no es blanco o negro.

Por eso, hoy queremos hablarte acerca de los principales mitos que muchas veces los obsesionan, hasta el punto de provocar que no terminen disfrutando de sus relaciones sexuales, entre otras cosas.

Principales mitos sobre la sexualidad del hombre

Seguro que en alguno de ellos te sientes o te has sentido reflejado.

1. ¿Qué pasa con el tamaño?

¿Importa o no importa? Por mucho que se diga que no, sigue habiendo un aura social que parece indicar que sí, que el pene, cuanto más grande, mejor. Sin embargo, esto no es así. De hecho, son los primeros centímetros de la vagina los que tienen sensibilidad. Por lo tanto, no hace falta un pene demasiado grande para sentir placer y darlo.

2. Siempre estás dispuesto para la acción

¿No te apetece hacer el amor cada día y cada hora de tu vida? Pues no te sientas mal por ello, porque eso es precisamente lo normal. La libido sufre variaciones y hay días en los que, sencillamente, te apetecerá menos que otros.

3. El placer es tu responsabilidad

¿Qué pasa cuando te acuestas con alguien y ninguno de los dos disfrutáis? ¿Quién tiene realmente la responsabilidad? Tradicionalmente, se le ha atribuido a él, pero esto realmente no es así.

A veces, en el disfrute, o hay química o simplemente la cosa se deshace. Y eso no depende solo de una de las partes. Se trata de que os compenetréis correctamente.

4. Cuanto más semen, mejor

Masters y Johnson fueron de las primeras autoridades en pronunciarse este conocido mito sobre la sexualidad masculina. Y su razonamiento, hoy en día desfasado, versaba sobre la idea de que, cuanto más semen, más placer se obtenía. Esto es algo que luego cobró protagonismo en el porno.

Obviamente esto es falso. Para empezar, no hay que compararse con las películas porno. Y en segundo lugar, la cantidad de semen depende de múltiples factores, como por ejemplo, la alimentación.

5. Si tienes una erección, es que quieres sexo

¿Por las mañanas te despiertas animado? Pues bien, esto no quiere decir que estés excitado. Simplemente, es una reacción fisiológica, neurovascular, que responde a estímulos reflejos. De igual modo, en ocasiones sucede al revés, y puedes estar excitado sin tener el pene erecto. Y es que la erección no siempre significa lo que parece.

6. El alcohol es tu aliado

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No te va a ayudar a excitarte más ni a rendir mejor. Es cierto que el vino se asocia a veces con la libido y una copa te anima a entrar en calor. Pero, como ya demostraron los profesionales del Boston Medical Group, el alcohol entorpece mucho.

De hecho, si investigas tu dieta, comprobarás que los alimentos saludables, como los vegetales y las frutas, serán los que más hagan por tu rendimiento sexual.

7. Las manos indican el tamaño del pene

Está extendida la creencia sobre la sexualidad masculina de que un hombre de manos grandes tiene un miembro viril destacado, y en caso de tenerlas pequeñas, todo lo contrario. Pero nada más lejos de la realidad. No existe ni un solo estudio científico que apoye tal afirmación.

8. Los preliminares son prescindibles

Parece que es algo muy masculino eso de llegar y comenzar enseguida con la penetración. Seguro que lo has visto en cientos de películas. Sin embargo, este es otro mito que ha afectado profundamente a la sexualidad de hombres y mujeres.

Los preliminares harán que la mujer esté más excitada y lubricada, y que tú disfrutes más de la experiencia completa.

9. Masturbarse significa perder potencia sexual

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La masturbación siempre ha sido un estigma, por un motivo u otro. En este caso, se creía que los hombres que se tocaban en sus casas luego no rendían en la cama. Esto es, obviamente, falso. Puedes incluir la masturbación en tu vida sexual sin que haya ningún problema.

10. No tienen punto G

Otra información totalmente falsa sobre la sexualidad de los hombres. El punto G en los chicos está junto a la próstata, y solo se accede a él por el ano. Rozarlo o tocarlo durante el sexo puede ser realmente placentero, y no tiene nada que ver con la homosexualidad. ¿Lo has probado?

11. Necesito llegar al orgasmo para disfrutar

Muchas mujeres, en ocasiones, no alcanzan el orgasmo al practicar el coito. Esto no significa que no les guste. Simplemente, están más distraídas o menos sensibles. Y lo mismo contigo. Que no llegues no significa que no disfrutes.

12. Sexualidad masculina a los 60 años

La vida en la cama no termina a los 60 años. Tengas la edad que tengas, es sano y tienes formas de seguir disfrutando del sexo.

13. El promedio en la cama ha de ser de 30 minutos

Otro mito que afecta seriamente a una relación. Muchas mujeres se frustran al considerar que su pareja no dura lo suficiente en la cama. Pero, ¿sabes cuál es la media? Según un estudio de la Universidad de Queensland (Australia) en 2017, liderado por el psicólogo Brendan Zietsch, apenas supera los 5 minutos. Sin contar los preliminares, los actos suelen ser bastante cortos, lo cual no tiene por qué ser negativo. Todo es cuestión de calidad, no de cantidad.

14. No tengo gatillazos

Ya sea por cansancio, por haber bebido mucho o porque hoy no es tu día, la disfunción eréctil aparecerá de vez en cuando. Y es algo perfectamente normal. Normalízalo, porque no tienes de qué preocuparte.

Estos son algunos de los principales tabúes sexuales que existen en torno al hombre. Muchos de ellos seguro que ya sabías que eran falsos, sin embargo, se repiten muy a menudo hasta el punto de parecer ciertos para muchos.

En cualquier caso, es importante normalizar los comportamientos más cercanos al sexo y hablar con libertad sobre ellos.

Así, la sexualidad masculina también se muestra débil o frágil. Y no hay ningún problema en ello.