Según un estudio sociológico realizado por JOYclub, una comunidad de swingers, un 40 % de los españoles se planteaba realizar un intercambio de parejas cuando acabara el estado de alarma. Podrías pensar que la pandemia ha cambiado nuestros hábitos sexuales, pero esto no es exactamente así.
El estilo de vida swinger es un fenómeno creciente en Occidente desde los años 60. El sociólogo Anthony Giddens, en su libro La transformación de la intimidad, acuña el concepto de sexualidad plástica. Con él se refiere a la liberación de la sexualidad, al desvincularla de la procreación y dejar en manos de las mujeres el control de la reproducción.
Además, la modernidad ha dejado por fin de medir la valía de la mujer por su virtud, negándole el placer sexual. Todo esto despeja el camino hacia la igualdad sexual de los miembros de la pareja: uno de los pilares fundamentales sobre los que se asienta el mundo swinger.
¿Qué son los swingers?
Son personas que poseen una relación de pareja estable y acuerdan mantener encuentros sexuales con otras parejas. Estos encuentros se caracterizan, además, por contar con la presencia de ambos. Así, ya sea de manera activa o pasiva, los dos participan en el mismo espacio y tiempo. Esta última apreciación es una de las particularidades de este tipo de intercambio de pareja.
Por otra parte, también es necesario distinguirlo del poliamor. El poliamor es una relación entre tres o más personas de carácter afectivo y emocional, íntimo y que puede incluir sexo o no, con conocimiento de todas ellas. En cambio, las experiencias entre swingers son relaciones exclusivamente de carácter sexual. Se produce la disociación entre relaciones sexuales y relaciones afectivas.
¿Cuál es el origen de los swingers?
Aunque algunos estudiosos del fenómeno quieren ver en las orgías de la Antigüedad un embrión de las relaciones entre swingers, no es así. Para su definición, es imprescindible la negociación entre iguales de los miembros de la pareja y, en el mundo occidental, eso no ocurre hasta tiempo reciente.
También hay quienes encuentran su origen en el intercambio de esposas que practicaban algunos soldados estadounidenses en Filipinas hacia mediados del siglo pasado. Bajo nuestra perspectiva y, dadas todas las connotaciones culturales que conlleva el swinging, tampoco lo vemos probable. Sin embargo, más cerca de ese origen, encontramos el movimiento hippie de los años 60.
¿Cómo son los encuentros swingers?
Hay personas que deciden acordar con una pareja amiga esta clase de encuentros. Otros, en cambio, prefieren ir a algunos de los clubes de swingers que ya existen. Estos establecimientos, generalmente, facilitan una primera toma de contacto, aunque en algunos de ellos también se pueden mantener los encuentros sexuales.
El respeto de los límites de cada uno es la esencia del comportamiento de todos. En estos ambientes, el no es no, sin ningún tipo de presión.
La tipología de swingers depende de las preferencias individuales. Algunas personas participan de forma pasiva porque solo desean mirar u observar cómo su pareja mantiene relaciones con otros individuos. Por el contrario, otros prefieren actitudes más activas. Dentro de este grupo, vas a encontrar dos variantes:
Soft swap o soft swinging: Implica caricias, besos y sexo oral, pero no penetración con otras parejas. Es lo que denominan un intercambio ligero.
Full swap: Es el intercambio completo, que implica tener coitos con personas distintas de la pareja.
Reglas para que funcione en tu pareja
La primera recomendación que proporcionan los expertos si te quieres iniciar en el swinging es que solo lo hagas si tienes una relación consolidada con tu pareja.
Por su naturaleza, los posibles celos deben quedar completamente fuera de la experiencia, así como la tendencia a compararse con otros. Si crees que alguna de esas cosas os puede afectar, conviene que trabajéis previamente la autoestima.
Dejar que entre la semilla de la desconfianza puede quebrar tu relación. Sin embargo, hay otras reglas que es aconsejable que sigas:
Plantea de forma clara a tu pareja tus límites y haz que ella fije los suyos. Ninguna de las partes debe presionar al otro para que acepte algo para lo que aún no está preparado. Es muy importante que tengáis plena confianza y ambos respetéis completamente los límites que cada miembro establece.
- Comienza poco a poco y abre un canal de comunicación fluido con tu pareja para que, desde el principio, valoréis los problemas que se pueden presentar.
- No puedes involucrarte emocionalmente con un miembro de otra pareja. En este caso, lo mejor es que interrumpáis la experiencia y habléis de lo que ha ocurrido.
- El swinging no debe ser la única práctica sexual que mantengas con tu pareja. Si llega el caso, valora que, tal vez, tengáis algún problema y conviene que lo tratéis.
Ventajas y riesgos del swinging
Las ventajas son numerosas si las parejas han consensuado estos encuentros, no tienen problemas y se respetan los límites establecidos. Entre ellas, te señalamos algunas:
- Revitaliza el erotismo dentro de la propia pareja.
- La pareja explora más profundamente su sexualidad individual.
- Incrementa su sensación de libertad al romper los convencionalismos tradicionales.
- Se supera el concepto de posesión y aumenta la confianza en el otro.
- La discreción que requiere la práctica, al estar aún hoy bastante estigmatizada por un gran sector de la sociedad, proporciona el placer de lo prohibido.
Por la parte de los riesgos, debes usar siempre preservativo, para evitar contagiaros de alguna enfermedad de transmisión sexual. Además, si tu pareja o tú accedéis sin estar convencidos por satisfacer al otro o tenéis problemas entre vosotros, ponéis en peligro vuestra relación.
Para terminar, el sociólogo y futurista Alvin Toffler ya adelantó una explosión de estilos de vida diferentes en las sociedades modernas y postindustriales. Los swingers se inscriben como una subcultura y se manifiestan como parejas liberales en la búsqueda de mayores cuotas de libertad y menos corsés, a pesar de los prejuicios y estigmas que aún hay que vencer.
Bibliografía:
- Giddens, Anthony: La transformación de la intimidad. Sexualidad, amor y erotismo en las sociedades modernas. Ed. Cátedra, 2010.
- Orejuela, Johnny Javier; Piedrahita, John Jairo; Renza, Faizury: La práctica/estilo de vida swinger: ¿una práctica social-sexual perversa? SciELO Brasil, Junio 2011.
- Acuña Mora, Eduardo Andrés: Percepción de la satisfacción sexual, los celos y la fidelidad en parejas practicantes del estilo de vida swinger. PsicoInnova, julio 2021.